Destapamos el mito o la realidad con respecto al Squirting
A los que son más asiduos al porno, lo del squirting no les sonará a nada del otro mundo aunque no lo hayan experimentado aún. Para otros, sonará totalmente a chino. El squirting puede traducirse, porque de hecho lo es, como la eyaculación femenina. Incluso hay quien piensa que eso que se ve en las películas porno es simple orín. ¿Lo es? Puede, pero eso ya es cosa de la industria del sexo como entretenimiento. A nosotros lo que nos interesa es explicarte que el squirting existe y qué es exactamente.
¿Qué es el squirting exactamente?
Pues, como habíamos dicho al comienzo, se trata de la eyaculación femenina y se asemeja a la masculina en la espectacularidad de su salida y en su abundancia. Se trata de un líquido prostático, (sí, las mujeres tienen próstata) de color transparente o blanquecino que puede surgir cuando la mujer llega al clímax, o no. Veámoslo con más detalle.
¿Qué es esto de que las mujeres tienen próstata?
Sabemos que te resultará sorprendente, porque lo es, pero sí, es cierto. Recientemente se ha descubierto que las mujeres también tienen próstata y que funciona de una manera parecida a como funciona la del hombre. Aunque la realidad es que las responsables de la eyaculación directamente son las glándulas de Skene, que son las que expulsan el líquido que se forma en la próstata femenina, también conocido, anteriormente y en la actualidad, como el punto G. Es decir, lo que durante todo este tiempo se conoció como el punto G femenino era realmente la próstata de la mujer, que estimulada correctamente puede provocar el fenómeno del squirting. Sorprendente, ¿no? Pues aún no hemos acabado.
¿Por qué unas mujeres pueden eyacular y otras no?
Todo parece apuntar a que el hecho de que unas mujeres puedan eyacular y otras no tiene que ver con el tamaño de las glándulas de Skene que varía en cada mujer. El hecho de tenerlas más pequeñas puede hacer que el fluido de la eyaculación salga hacia la vagina en lugar de hacia el exterior. Esto, según el doctor Emmanuele Jannini, de la universidad L’Aquila de Italia aunque la educadora sexual americana Deborah Sundahl, que se ha convertido en toda una eminencia en el tema, asegura que todas las mujeres pueden experimentar el squirting porque todas tienen la misma anatomía. Podría ser algo contradictorio o simplemente complementario, es decir, que aunque el tamaño de estas glándulas varíe de unas mujeres a otras, todas puedan experimentar el fenómeno en la misma medida.
¿Squirting y orgasmo, van de la mano?
Bueno, no exactamente. Eyacular y tener un orgasmo, en el caso concreto de la mujer, parece que no van de la mano. De hecho, muchas mujeres eyaculan antes de llegar al clímax lo que significa que ambas cosas no van unidas.
¿Y lo que vemos en el porno? ¿Es todo verdad?
Claro que no. Es, quizás, decepcionante para algunos pero la realidad del porno es que todo es una actuación así que en la mayoría de los casos quienes participan en la cinta no están disfrutando como pensamos, aunque lo pueda parecer. Y con el squirting pasa lo mismo. No todas las escenas de este tipo que vemos son reales. Muchas veces se trata de orín o de líquido que las actrices han introducido previamente en sus vaginas y que expulsan en el momento adecuado. No es el caso de Cytherea, una actriz porno americana que domina este arte a la perfección, según se cuenta.
Un poco de historia
Sobre la eyaculación femenina ya se hablaba en la antigüedad hasta que a finales del siglo XVI, cuando se inventó el microscopio, ésta fue observada y se descubrió que no contenía espermatozoides, momento en el que perdió totalmente el interés. Lo que sí es cierto es que hasta hace muy poco no se sabía nada acerca de la próstata femenina. Se hablaba de un punto G o zona rugosa en el interior de la vagina que proporcionaba excelentes sensaciones al ser estimulada pero poco más. En la antigüedad, a la eyaculación femenina se la conocía como ‘elixir de la vida eterna’ o Amrita que significa ‘sin muerte’.
¿Cómo se puede conseguir el squirting?
La buena noticia es que todas las mujeres pueden experimentar un inmenso placer estimulando el punto G, la mala es que necesitarás tiempo y práctica para poder vivir en primera persona esto del squirting.
Lo primero que debes hacer es comprar un buen lubricante y colocarlo sobre los dedos corazón y anular. Hecho esto, masajea el clítoris hasta que se ponga erecto y la zona del punto G sea más fácilmente localizable. Ahora, introduce en la vagina los mismos dedos con la palma de la mano hacia arriba y muévelos hacia delante y hacia atrás como si estuvieras diciéndole a alguien que se acercase a ti.
El siguiente paso es masajear la zona alternando todo tipo de movimientos: circulares, rápidos, lentos, con más o menos presión, etcétera. Si hay una sensación como de ganas de hacer pis, la cosa va bien. Por último, es ideal practicar de manera continuada los ejercicios de Kegel para favorecer la zona pélvica y facilitar que puedas conseguir experimentar este fenómeno.
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